O cómo el tiempo en cuarentena puede armonizar la relación de pareja y equilibrar a los hijos e hijas y unir a la familia.
¿Conoces el estrés por las mañanas, cuando para llegar a tiempo al trabajo, dejar a tiempo a los hijos en la escuela, dejamos en segundo plano la armonía de nuestro hogar?
¿Cuando hay gritos, peleas y nervios y se nos escapa alguna palabra equivocada?
¿Cuando las discusiones con la pareja se quedan sin resolver, porque ya es hora de dormir y al día siguiente no nos vemos hasta la noche… y luego estás demasiado cansada para volver al tema, y se queda un pequeño quiste allí, que se junta con otros hasta hacerse grande?
¿Sabes esa sensación que algo no está bien, cuando pasan los días y las cosas no fluyen… porque no hay tiempo?
¡Qué regalo poder estar ahora en casa, con tiempo!
Lo que necesito como madre y el confinamiento por COV-19 como regalo
Desde que me convertí en madre, siento un fuerte dolor dentro de mí cuando pienso que mi pareja esta fuera todo el día para trabajar. Que mi hija tiene que ir a la escuela quiera o no. Que estamos separados la mayor parte del tiempo.
Siento que no está bien. No es natural. Que destroza o al menos dificulta la unión familiar. Y desde entonces deseo cambiarlo. Deseo que podamos trabajar desde casa, gestionar nosotros nuestro tiempo. Anhelo otra realidad, una en que haya tiempo…
Al principio de mi maternidad, con mi hija bebé en brazos, me enfadaba con mi pareja. Le pedía que lo cambiara, que encontrara un trabajo que pueda hacer desde casa. Toda la responsabilidad se la ponía a él. No me sentía capaz de cambiar nada yo. ¿Cómo podía exigir-lo de él? Claro que no funcionó. Era demasiado inseguro para él, arriesgarse a perder su contrato indefinido.
Entonces puse manos a la obra para crear este blog, y así, poder ganar dinero algún día haciendo lo que me encanta, lo que siento; y encima, ayudando y acompañando a personas con mis palabras. No estaba preparada. La barrera interna de no tener nada que ofrecer al mundo me ha impedido recibir valor económico en cambio, hasta ahora.
El dolor seguía, y la creencia de la imposibilidad de cambiar nuestra forma de vivir me enfermó; mi impotencia delante de una forma de funcionar de la sociedad que no siento como natural, y el sentirme atrapada en ella. Hace meses que me siento al límite, y sé que yo misma me creé esta situación, con la decisión firme de cambiar mi sistema de creencias. Al enfrentarme conmigo misma, al clavar los pies en la tierra y decidir que ahora es el momento de dejar de vivir desde el miedo, la preocupación, la culpa y el perfeccionismo, y por sentir que no soy capaz porque no sé cómo vivir desde la abundancia, porque no lo he hecho nunca… empecé a tener vértigo, ansiedad, depresión…
Esa es la razón por la que hace tanto que no recibes un texto mío…
Y como sigo firme en la decisión de que es momento de cambiar, estoy descubriendo muchas cositas que ya te iré contando 🙂
Y ya estoy bastante mejor! No que ya no tenga síntomas, ¡sigo con ellos! Estoy mejor porque aprendo a estar presente con mi dolor, mi pánico, mi tristeza, y a la vez, aprendo a enfocarme en lo bello, saliendo de la obsesión de tener que arreglarme… y sobre todo por…
…¡Este hermoso regalo de poder estar en casa con mi familia!
La posibilidad de probar mi sueño. Comprobar que lo que siento como natural es lo que necesita toda la familia…
Y de repente hay tiempo…
Tiempo para despertarnos con abrazos y risas antes de levantarnos
Tiempo para desayunar degustando cada mordisco
Tiempo para pasear a la mascota
Y tiempo para estar sola y meditar.
Calma.
Mirada hacia dentro.
Presencia.
Eternidad.
Tiempo para estar viva, para respirar.
Hay abrazos y besos durante el día y miradas de complicidad…
Hay conversaciones y chistes, porque hay tiempo para hablar y escuchar,
para desentendernos y entendernos después.
Hay bailes y cantos y suena la guitarra que hace tanto que no sonaba…
Y llegamos a acuerdos, y equilibramos el tiempo,
entre el teletrabajo, la familia, la pareja y la necesaria soledad.
La alegría llena nuestra casa
Porque hay tiempo para ser y estar.
Nuestra hija se equilibra, se relaja, se armoniza
La mamá no se va, el papá está.
Dentro de esa tranquilidad, encuentra tiempo para disfrutar
De su casa, sus juguetes, sus mascotas
Descubre que le encanta ayudar en las tareas del hogar
Y encuentra la confianza para sola jugar.
Hay tiempo para dejar la imaginación volar…
El jardín contento por nuestra dedicación reluce
Y la casa poco a poco renace,
Cada rincón tiene su momento de mimo
Fuera lo viejo, limpiamos nuestro hogar.
Porque hay tiempo para cuidar y mimar.
Y cada uno se mira a sí mismo,
Se descubre y se aprende a amar
Somos alquimistas con mucho poder
Transformando el hierro en oro,
El miedo en amor.
Renace la creatividad
Y pintamos el mundo de colores
Con confianza en la vida
Compasión y hermandad
Todos somos uno, ¿lo ves?
Porque hay tiempo para amar…
Rutina familiar sana y equilibrada
Antes de despedirme, quiero compartir contigo nuestra rutina familiar con todos en casa, las 24 horas 🙂 Intentamos que haya tiempo para cubrir las necesidades de cada uno en particular, de la familia i de la pareja. Y apostamos por prácticas saludables, para cuidarnos y ayudar a nuestro sistema inmune.
¡Aquí va!
Por la mañana
- Dejamos dormir a nuestra hija hasta que se despierte por ella misma. Como madre siento que es muy importante, ¡no sé explicar por qué! Y yo, como estoy flojita, aprovecho para dormir con ella 🙂
- Antes de salir de la cama, me pongo un objetivo personal, uno familiar y uno laboral, concreto para ese día. También practico unos momentos el “volver a mi centro, sentir-me desde mi corazón”.
- Me miro al espejo y me sonrío, diciéndome “Te amo”. Me lavo los dientes y la lengua al despertar, para sacar las toxinas que mi cuerpo ha expulsado hasta la boca durante la noche.
- Tomamos un vaso de agua con limón antes que nada, para alcalinizar el cuerpo y llenarlo de vitaminas.
- Voy a pasear mi perrita y aprovecho para meditar en el bosque. Hago algunas respiraciones profundas, para entrar en calma, y simplemente siento y percibo el mundo y a mí misma ubicada en mi corazón, y desde el amor y la calma. Lleno mis células de luz y amor con cada respiración y visualizo mi cuerpo sano. Puedes encontrar una de las meditaciones que hago aquí.
- A las 11 en punto es hora sagrada de parar y… bailar! 3 canciones alegres y con ritmo con la música fuerte. Todos juntos, movemos el cuerpo, celebramos la vida y nos alegramos de estar juntos. Esos momentos ponemos nuestra atención en el cuerpo, ¡está prohibido pensar!
- Yo hago el desayuno para todas, ya que mi pareja trabaja antes, y él hace la comida para toda la familia, porque al medio día trabajo yo. Así nos cuidamos los unos a los otros. Y la tarde la tenemos libre, ¡que bien!
Al medio día
- Comemos todos juntos, y antes de comer, cerramos los ojos y respiramos escuchando 3 campanas de la consciencia. Esta práctica la aprendimos en Plum Village, la dejamos de hacer por las prisas y ahora, finalmente, volvimos a encontrar la calma para parar unos momentos antes de comer y agradecer.
- Después de comer vamos todos a “descansar la barriguita” juntos, a la cama. Jugamos y descansamos, disfrutando del tiempo en familia.
Por la tarde
- Es momento de salir fuera al jardín y aprovechar el tiempo al aire libre. Nuestra hija juega, y nosotros embellecemos el exterior de nuestra casa. Cada día encontramos algo que hacer. A Lua Llum le encanta descubrir bichitos y ayudarnos también. Plantamos y sembramos nuestro huerto, cortamos plantas y ramas, hacemos jardineras con piedras y nos llenamos de tierra y agua. ¡Qué sanador es estar en contacto con nuestra madre Tierra! Los 3 lo disfrutamos muchísimo.
- También es momento de embellecer nuestra casa, tirar lo que ya no nos sirve, arreglar lo roto, limpiar los rincones olvidados, poner flores en las ventanas… Porque cuidando de nuestro hogar, nos cuidamos a nosotros mismos.
Por la noche
- Antes de ir a dormir, hacemos un juego o un cuento todos juntos, en la cama.
- Después, una pequeña meditación, cortita, con los ojos cerrados. Cada día uno de nosotros se inventa una. ¡Después de eso no puede faltar el abrazo y el beso todos juntos!
- Como compartimos la labor de acompañar a nuestra hija a dormir, cada dos días tenemos un final del día más largo, libre. Entonces es momento de hacer cositas cada uno, de ocio: leer, escribir, mirar videos bonitos o divertidos.
- Cenamos en pareja cada noche, es un ratito que compartimos juntos. Cada dos días quedamos después para hablar, hacer mimos o mirar una serie o película juntos.
- Muchas noches tengo la suerte de que mi gata se echa encima mío en el sofá, y me regala su ronroneo sanador… ¡qué gusto!
- En la cama, justo antes de dormir, agradecemos la familia que tenemos, la casa, el amor, los aprendizajes, y todo lo que se nos ocurre. Agradecer aumenta la buena vibración, y también las defensas 🙂
- Nos abrazamos bien juntitos y nos dormimos muy a gusto 🙂
Durante todo el día
- Personalmente, practico, como digo yo, “El vaso medio lleno”. No sé tú, pero yo tengo un programa mental de carencia, queja, y perfeccionismo – que siempre encuentra el fallo, imposible llegar a la perfección – instalado en mi mente, y estoy hasta los ovarios. Es tiempo de cambiar, ¡y qué bien que haya tiempo! Me paso el día sobrescribiendo mis pensamientos oscuros por unos más luminosos. ¡Y empieza a dar frutos! Cada vez me vienen con menos esfuerzo, y siento que mi mundo se ilumina. Y cada día desenmascaro una creencia más, ¡es hasta divertido!
- Presencia -trato de recordarme de vivir des del corazón, intensamente cada momento. De sentir con todos mis sentidos lo que sucede en ese preciso momento, disfrutando de las cosas sencillas. Es muy sanador para mí. ¡Mi hija me ayuda mucho con esto! Para saber más sobre las practicas de presencia y mindfulness de Plum Village te recomiendo el libro «Hacia la paz interior».
- Nos acordamos de hacernos abrazos, mimos y besos durante todo el día. ¡Aumenta la energía del amor y con ello la salud!
- Cuando siento que estoy inmersa en el miedo, el estrés o la ansiedad, vuelvo a mi lugar seguro. Hago un paso hacia atrás, en mi imaginación, separándome así de la emoción. Me visualizo entrando en mi lugar seguro, un lugar donde sé que nada me puede pasar. En mi caso es un tipi blanco, el tuyo sólo tú lo sabrás :). Desde ese lugar puedo contemplar el miedo con cariño y aceptación, dejándolo pasar, sin retenerlo. En su expresión natural, las emociones vienen, llegan a su punto más alto, y pasan. Reteniéndolas con nuestro pensamiento, identificándonos con ellas es cuando llega el sufrimiento.
Evitamos, por nuestra salud
- No miramos las noticias. Evitamos la energía de miedo y desesperación que llega desde los medios de comunicación. El miedo baja las defensas, debilita el cuerpo. Eso está más que comprobado por la neurociencia. Cada X días miramos noticias seleccionadas de canales de confianza para estar al corriente de lo más importante. Tich Naht Hanh hace mucho énfasis en la importancia de seleccionar nuestro consumo de noticias, pelis, etc. Para controlar qué dejamos entrar en nuestro organismo, en nuestra mente. Cada uno es responsable de su mente, y la queremos cuidar.
- Miramos las noticias alternativas y evitamos enfadarnos con los poderosos, porque esa energía tampoco nos ayuda. En cambio, les agradecemos este regalo.
Espero que te haya gustado «El poder sanador del tiempo en familia» y nuestra rutina sana y equilibrada. ¿Quieres compartir la vuestra? Me encanta tener nuevas ideas para incorporar! 🙂 Ya sabes que me puedes encontrar por aquí, facebook e instagram, y que me encantan tus aportaciones. Y si te gusta mi blog, no dudes en suscribirte ? Gracias por leerme, ¡hasta prontito!
Que gusto leerte Sara!
Y recibir tu inspiración…se me ocurre un plan que me queda siquiera lejos para mí y mi familia…
Justamente este confinamiento en cada me he dado cuenta de cuánto me gustaría vivir más cerca de la naturaleza, en algún lugar con más contacto directo de la madre tierra, un espacio verde cerca…
Aún así, sintiendo lejos mi lugar «ideal» hoy precisamente no he dejado de agradecer tantas circunstancias en mi vida por las que me siento afortunada!
Para mí, estos días la meditación diaria (Heartfulness), tiempo para escucharme y escuchar a los míos, espacios para la creatividad y tener un trabajo que me ha permitido realizarlo desde casa está siendo una verdadera bendición…me hago consciente que donde estoy, estoy bien y que des de aquí quiero crecer hacia esa visión nueva y más coherente con mi ser.
Que bonito Montse!!! Celebro esa visión de verte viviendo más en contacto con la madre Tierra <3
La necesitamos <3 Un abrazo de corazón, y muchas gracias por leerme! Sara Nima
Para los que està mis en un piso es bastant diferente
¡Hola Olga!
Sí, estoy segura que en un piso es más difícil estar en harmonía. Y a la vez, ¡es posible! Si no puedes salir al bosque a meditar, puedes ponerte ruiditos de la naturaleza de fondo en tu habitación mientras meditas… si los niños no pueden salir (que eso sí que es una putada, lo sé) se pueden hacer juegos fuertes con los cojines del sofá, encima de la cama… Casi todos los puntos de la rutina que propongo se pueden hacer para vivir en equilibrio y harmonía. Y si, es más difícil lejos de la naturaleza, ¡está claro! Y eso mismo quizás inspira a… quizás… un cambio de vida? ¿Quizás ahora nos podemos dar cuenta que es lo que necesitamos realmente, que es vital para nosotras? Que regalo poder tener el tiempo para percibir eso…
La enseñanza de Gandhi es la más importante para mi estos días… que la decisión de ser feliz es mía. Así, nadie me puede robar mi felicidad… un abrazo de corazón, y confío que este confinamiento nos lleva a todas a reconectar con nuestro ser más profundo y a saber qué es lo que queremos de verdad <3 Sara Nima