Las Recetas Chamánicas son recetas de medicinas o platos deliciosos preparadas de lo que la Madre Tierra nos da y recolectadas y elaboradas con total respeto hacia ella, ritualizando el proceso – devolviéndole así el valor a las pequeñas cosas de nuestro día a día – , obteniendo un resultado verdaderamente mágico y cargado de lo que queremos: amor, respeto, gratitud, alegría…
Si has leído el artículo sobre la recolección y elaboración del aceite de hipérico o de la infusión de hipérico, puedes saltarte los siguientes 2 apartados, porque son repetidos. Ves directamente a la definición de la malva. El apartado de la recolección también es parecido.
¿Qué es un chamán?
El Chamán es el humano más poderoso y respetado de una tribu. Es el maestro espiritual, el médico y el psicólogo. Es el que sabe cómo funciona el universo, el que sabe hacer magia, porque está en harmonía con la Tierra. El que sabe cómo funciona nuestro subconsciente, el que conoce su poder, y lo utiliza con conciencia. Todas las dudas y peticiones de los miembros de la tribu se dirigen a él: enfermedades, condiciones meteorológicas, dudas existenciales, el amor…
En los tiempos de hoy, y definiéndolo para mí, ser Chamana es alinearme con el Universo, respetar y amar a nuestra Pachamama, ritualizar las pequeñas cosas de la vida para devolverle la magia, conocerme cada vez más, y como no, reconocer mi poder, vivir conscientemente y arriesgarme a decidir, tomando la responsabilidad total sobre mi vida.
¿Por qué es importante con que energía hacemos las cosas, o que intención le ponemos?
Porque todo es energía, y todo está conectado. No hay un aceite o una planta separada de nosotros, nuestras energías se unen. Y sobre todo, porque para nuestro subconsciente – o para el universo -, la intención que ponemos, en forma de pensamiento/palabra y sentimiento, es reconocida como la verdad. Y todo se alineará para que esa intención se realice. Cualquier medicina hecha con respeto y amor y con la intención de sanar será más potente que si la hacemos de forma mecánica y desconectada o pensando en alguna cosa que nos enfada o que nos entristece, por ejemplo.
Tenemos más poder de lo que pensamos. Sobre nosotros mismos y sobre lo que hacemos.
Explicado en pocas palabras, porque este es un tema extenso en el que se podría profundizar mucho, y no es el objetivo de este post.
¿Qué es la malva y para qué sirve su infusión?
La Malva (Malva Sylvestris L.) es una planta perenne – que sobrevive varios años – que crece junto a los caminos, en baldíos y pastos secos. Se ramifica desde el nivel de la tierra, y sus tallos son leñosos. Su tamaño puede variar entre rastrera a hasta 1,5 metros de altura, dependiendo de las condiciones del suelo, el agua y la luz que recibe. Cuando llega al metro se tumba, ya que aún que pueden llegar a parecer un arbusto, son de estructura blanda. Sus flores son preciosas, perfectas, de 5 pétalos de color malva, con líneas violetas.
La Malva era considerada una planta sagrada en varias culturas antiguas. Se utilizaba y utiliza por sus propiedades curativas para fines medicinales. Sus flores y hojas son comestibles, y no hay efectos secundarios conocidos, por eso también es muy apreciada en la cocina.
Su principal componente son los mucílagos – una fibra gelatinosa que ayuda a regular el ritmo intestinal, protege, desinflama y suaviza las mucosas (intestinal, estomacal, de la garganta, boca) – y también contiene betacarotenos, vitamina C, niacina, tiamina, riboflavina, flavonoides, taninos y aceites esenciales.
Propiedades de la malva en uso interno (decocción o infusión)
- Enfermedades del aparato respiratorio: suaviza las mucosas respiratorias y reduce la inflamación. Se utiliza para tratar de forma natural al catarro, pecho congestionado, dolor de garganta, tos seca, resfriados, dolor en el pecho, faringitis, afonía, ronquera, anginas, …
- Inflamación del aparato digestivo: protege las paredes estomacales y ayuda así a disminuir el dolor de estómago de un estómago irritado. Tiene un efecto emoliente, antiinflamatorio y regulador intestinal, por eso se utiliza para el estreñimiento y para las enfermedades inflamatorias intestinales, como la enfermedad Crohn y la colitis ulcerosa.
- Afecciones de la boca, como aftas o encías irritadas: en este caso se hacen gárgaras con la infusión.
Propiedades de la malva en uso externo (cataplasmas)
Aún que este artículo se enfoque en la infusión de malva, no quiero perder la oportunidad de explicaros que la planta fresca usada como cataplasma va de maravilla para picadas de abeja, avispa, mosquito, pulgas,… y para cualquier afección de la piel como llagas, úlceras, granos, furúnculos, quemaduras solares y de otro tipo, abscesos, hemorroides, eczemas, dermatitis y heridas.
Esta información resulta muy útil para cuando estés de excursión, como primer auxilio.
Receta Chamánica: Recolección de flores de malva para hacer infusión
¿Cuándo? En primavera es cuando podemos ver la malva florida, en gran parte de Europa. La encontramos con sus flores color malva – un violeta suave – en el borde de los caminos, en los campos y en los márgenes de los bosques.Para recogerlas, escogemos una mañana de sol de luna creciente o luna llena.
¿A qué hora? Despiértate temprano, simplemente porque en esta época del año ya hace calor y estarás más cómodo/a si vas antes. Recuerda que ya tiene que haber salido el sol durante al menos una hora, para que estén bien cargadas de energía.
¿Qué necesito? Coge una bolsa de papel o de tela para recoger las flores. Nunca de plástico, porque el plástico no deja respirar i se marchitan antes. También te irá bien llevar una gorra para protegerte del sol y una botellita de agua para hidratarte. Si te adentras al campo, mejor llevar calzado estable, cerrado. Básicamente es para protegerte de las plantas con pinchos y si tienes la mala suerte improbable de pisar una serpiente. Así lo hago yo para ir más tranquila :p ¡Nada más!
¿Cómo me sintonizo? Cuando salgas de casa, ves con intención de hacer un paseo agradable. Sin prisas. Un paseo para disfrutar de la conexión con nuestra Madre Tierra, con el Padre Sol, el agua y el viento. Para sintonizarte puedes hacer la Meditación sencilla de reconexión con la Tierra una vez estés a fuera. En el camino puedes practicar la plena consciencia focalizándote en tu respiración, en tus pasos, y en lo que tus sentidos perciben de tú alrededor: el canto de los pájaros, los colores de las flores, la brisa del viento en tu piel, la libertad de las nubes que corren por el cielo…
¿Adónde voy? Es práctico ya haber identificado un lugar donde haya malva en abundancia antes del día de recogerlo. Es verdad que hay en abundancia pero hay campos o caminos que le gustan más que otros. Puedes hacer paseos las primeras semanas de mayo para ver donde empiezan a salir. Si no tienes ni idea de adonde ir, eres de ciudad y el campo es el extranjero para ti, prueba a preguntar a las ancianas del pueblo donde vayas a pasear…Si les caes bien, te revelarán sus secretos.
Ritual: Cuando llego al lugar donde voy a recolectar las flores, me paro por un momento, respiro, me conecto con ellas mirándolas y sintiendo su energía, y les pido permiso para coger algunas de sus flores, explicando lo haré con mucho cuidado y que solo cogeré lo que necesito. Siempre lo hago de forma muy intuitiva, con las palabras – habladas o pensadas – que me salen en el momento. Antes de empezar les agradezco de todo el corazón.
¿Cómo recolecto las flores? Para recolectar las flores con el máximo respeto hacia esta planta sagrada, las recojo una a una, y solo las flores. Los capullos cerrados, las hojas, los tallos se quedan intactos. Así la planta puede seguir su ciclo natural. Puede parecer más práctico cortar los tallos, pero eso no es verdad. Igualmente en casa tendría que sacar todas las flores una a una del tallo, ya que la infusión solo se hace con las flores.
Durante todo el proceso de recolección pongo intención en disfrutar de esta actividad ancestral. Sé que la planta es sagrada y que me acompañará durante todo el año y me ayudará a sanar mis males. Las cojo con alegría, respeto, amor y placer, y esta energía quedará impregnada en mi infusión.
¿Cómo sé si tengo suficientes? Para tener en abundancia, yo calculo 2-3 mañanas de 2-3 horas de recolección.
¿Hay que secar las flores antes de hacer la infusión? Se puede hacer la infusión con la planta fresca. Para su conservación, para tenerla disponible todo el año, es necesario secarla. Una vez acabado nuestro paseo, ya en casa, aconsejo extender una tela en un lugar protegido del viento, de la lluvia y de los habitantes de la casa – puede ser interior o exterior – ya que hay que dejarlas secar un mínimo de tres días. Tienen que estar completamente secas, para que se conserven bien.
¿En qué contenedor y como guardo las flores? Sirve cualquier tarro de cristal que cierre bien. Ahora que ya tengo las flores y el tarro preparado, miro cuidadosamente a las flores extendidas para sacarles cualquier tipo de planta que no sea malva, pelos u otras cosas no identificadas y después las pongo dentro de un tarro de cristal. Cierro bien, etiqueto, y ya lo puedo guardar en el armario de la cocina hasta que llegue el momento de tomarla.
Elaboración de la decocción o infusión de malva: dosis y tiempo del tratamiento
Infusión para enfermedades del sistema respiratorio: dos cucharaditas de hojas o flores secas por taza de agua, dejar reposar 10 minutos. Tomar 3 tazas al día hasta que dure la enfermedad. Puedes añadir un poco de miel para aumentar su valor protector.
Decocción para enfermedades del sistema digestivo: 30gr. de flores y hojas secas por litro de agua. Cocer durante 20 minutos. Tomar 3 tazas al día hasta el final de la enfermedad.
Un pequeño ritual de consciencia plena (recomendación para tomar tu infusión)
Siéntate tranquilamente y enfócate en tus sentidos: que olor tiene, que calientita esta la taza, que gusto tiene… ¿Puedes sentir y escucharla cuando la tragas y entra en tu templo sagrado que es tu cuerpo? Dedícate esos 10 minutos solo a estar presente contigo, con la infusión, con tu respiración.
Pon intención en cuidarte, cuidar tu cuerpo, tu mente, abrazar tu esencia… Que sea un momento de conectar con tu esencia, con la madre Tierra y con el gozo de la vida.
¡Y ya está! ¡Ya tienes tu infusión de malva chamánica! ¿Fácil verdad? Y que bella es la sensación de estar integrada en la naturaleza, practicando una actividad ancestral, chamánica, de bruja, de mujer empoderada, cuidando y respetando a Pachamama nuestra madre, que nos sostiene y nos alimenta con todo su amor. Así me siento parte de ella, siento que la amo y cuido, cómo ella me cuida a mí. ¡Hasta el martes que viene, Aho!